Cuando una empresa supera el umbral de 6.010.121,04 euros en el volumen de operaciones del año natural anterior, adquiere la condición de Gran Empresa a efectos fiscales. Este cambio tiene consecuencias importantes en materia tributaria, operativa y administrativa, que deben ser consideradas para garantizar el cumplimiento normativo y una eficiente planificación fiscal.

Implicaciones operativas y administrativas

1. Periodicidad de las declaraciones tributarias: Las autoliquidaciones de impuestos, como el IVA (modelo 303) y las retenciones e ingresos a cuenta (modelos 111, 115, 123 etc), pasan de ser trimestrales a mensuales. Así mismo el período para la autoliquidación de los Impuesto sobre el Alcohol y las Bebidas Alcohólicas y el Impuesto sobre La Electricidad tendrá carácter mensual. Esto implica una mayor frecuencia en la presentación de obligaciones fiscales.

2. Suministro Inmediato de Información (SII): Las Grandes Empresas deben llevar los libros registro del IVA a través del SII, siempre que se trate de sujetos pasivos del IVA, lo que supone el envío casi en tiempo real de los libros registro de IVA a la Agencia Tributaria, estos libros recogen toda la información tributaria de las facturas emitidas y recibidas lo que supone la necesidad de operar con un extremo cuidado en su gestión y envío.

3. Modalidad de pagos fraccionados: Cuando el importe neto de la cifra de negocios haya superado el importe de 6.000.000,00 euros, el contribuyente estará obligado a calcular los pagos fraccionados por la modalidad prevista en el apartado 3 del artículo 40 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades.

4. Comunicación de cambios censales: Es obligatorio informar a la Agencia Tributaria sobre la adquisición o pérdida de la condición de Gran Empresa mediante la presentación del modelo 036 en el plazo de un mes a contar desde el día 1 de enero del año en curso y, en cualquier caso, antes del vencimiento del plazo para la presentación de la primera declaración periódica afectada por esta nueva condición, o que hubiera debido presentarse de no haberse producido dicha variación.

Desventajas y riesgos de una Gran Empresa

1. Incremento de la carga administrativa: Las obligaciones de presentar declaraciones mensuales y cumplir con el SII aumentan la complejidad y los recursos necesarios para la gestión fiscal.

2. Cumplimiento estricto de plazos y procedimientos: El incumplimiento de las obligaciones específicas de las Grandes Empresas puede conllevar sanciones y recargos por parte de la Administración Tributaria. A las sanciones habituales hay que añadirle las que se ocasionen por el incumplimiento en la aportación de los libros de IVA a la AEAT, si los registros se envían fuera de los plazos establecidos, se impondrá una multa pecuniaria proporcional del 0,5% del importe de la factura afectada, con un mínimo trimestral de 300 euros y un máximo de 6.000 euros.

Conclusión

La condición de Gran Empresa en España trae consigo una serie de obligaciones fiscales y administrativas que requieren una gestión más rigurosa. Evaluar las implicaciones de pasar a Gran Empresa es fundamental para optimizar los recursos y evitar posibles sanciones. Por ello, contar con un adecuado asesoramiento fiscal es clave para garantizar el cumplimiento de la normativa fiscal vigente y aprovechar las ventajas fiscales disponibles.

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Sobre el autor:

roman ortizRomán Ortiz

Asesor Fiscal

Asesoría Fiscal y de Gestión en Madrid